Los horarios de las personas y el tiempo que dedicamos a los niños y las niñas, definen el estilo de vida y las prioridades de lo que una sociedad considera importante.
Si mantenemos la economía en primer lugar, nos alejamos de nuestra humanidad. Por ello, la propuesta es cambiar la inercia y que el dinero sea una consecuencia y no un fin en sí mismo.
Se me ocurren muchos propósitos para relegar la economía a la segunda, tercera o cuarta prioridad:
- el amor
- la ternura
- la confianza
- la dignidad (individual y colectiva)
- la libertad, la creatividad…
- incluso el tiempo (tener tiempo para uno mismo, para una misma… y para los demás).
Si conectamos con nuestros corazones no podemos seguir permitiendo ni participando en los conflictos, las desigualdades y las barbaridades que ocurren en nuestras ciudades y en nuestro planeta.
Si quieres conocer más sobre los proyectos de solidaridad y altruismo que estamos desarrollando, entra en esta web: vidasignificativa.org
¡Gracias!